¿Puede el VIH contagiarse por un cepillo de dientes?


Pese a que de manera constante la información sobre las vías en las que se adquiere el VIH es sociabilizada para evitar el contagio y eliminar la discriminación y el miedo construido alrededor del virus, el desconocimiento sobre este padecimiento sigue presente, lo cual se convierte en estigmatización, prejuicios y contagios.

Una investigación liderada por la organización británica Terrence Higgins Trust, una asociación que lucha contra el VIH, reveló que un número considerable de hombres homosexuales y bisexuales tienen concepciones médicas “inexactas” y “anticuadas” sobre el virus y la forma en la que éste es transmitido.

La encuesta fue realizada a 2 mil personas adultas, de las cuales 118 eran hombres que tienen sexo con hombres. De este total, se encontró que el 30% seguían creyendo que el VIH se contagia por compartir un cepillo de dientes con una persona positiva.

Este supuesto es incorrecto, ya que el VIH es un agente que ataca el sistema inmunológico del organismo y su adquisición sólo se efectúa mediante el contacto sexual, por procedimientos quirúrgicos indebidos, por compartir agujas en el consumo de drogas inyectables o a través de transfusiones de sangre con VIH. Jamás este virus se podría contagiar debido a los besos, los abrazos o por compartir objetos de uso cotidiano.

El análisis de Terrence Higgins Trust detalla que el 10% de los hombres homosexuales y bisexuales sigue creyendo que el VIH puede contagiarse a través de los besos. Estos datos alertan sobre el nivel de ignorancia que poseen los hombres que tienen sexo con hombres y el estigma que aún existe en torno al virus.

La organización detalló que los resultados indican que la percepción pública del VIH todavía está reflejada en la que se observada en la década de 1980.

“Ahora sabemos mucho más acerca de cómo el VIH no se transmite, y los avances médicos permiten que las personas con VIH tengan modo de vida una vida largo y saludable”, señaló Ian Green, director ejecutivo de Terrence Higgins Trust.

Además agregó: “Pero hoy podemos ver que los mitos de la década de 1980 todavía están profundamente arraigados en la sociedad, tanto en términos de cómo se transmite el VIH, como de lo que es vivir con él”.

La investigación arrojó que el desconocimiento también abarcaba la forma en la que funcionaban los tratamientos antirretrovirales. El 29% de los encuestados sabía que las personas con el virus con cargas no detectables podían tener hijos sanos; asimismo, el 40% de ellos no sabían que las personas con VIH pueden tener vidas largas si se someten a un tratamiento adecuado.

Solamente el 45% de los encuestados sabía que las personas que viven con el VIH pueden tener relaciones sexuales y no transmitir el virus cuando están en un tratamiento antirretroviral efectivo y cuando su carga viral es idetectable.

“El desconocimiento del virus puede alimentar el estigma y causar una inmensa angustia para las personas que esperan un diagnóstico sobre su estatus frente al VIH. Aún queda mucho por hacer”, señaló Green.

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