¿Por qué no es bueno ir al gimnasio todos los días?
Deseas tener un cuerpo espectacular o mejorar tu salud y por ello deseas ir al gimnasio, puede que te hayas propuesto ir todos los días, pero tenemos que detenerte por tu bien. Aunque somos proclives a pensar que cuanto más vayamos, mejores serán nuestros resultados, la (alegre) realidad es que entrenar todos los días no es tan bueno como parece; especialmente si el objetivo es aumentar la masa muscular.
Ahora mismo estarás pensando que nos hemos vuelto locos, pero lo cierto es que tenemos estudios científicos que demuestran lo que decimos. Y no surgieron ayer, sino que tienen más de 50 años. El endocrino Hans Selye fue el responsable de este descubrimiento gracias a su Teoría de la Supercompensación, explciada en su libro ‘El estrés de la vida’ (1956). Según esta tesis, el ejercicio supone un desgaste que hace que nuestro cuerpo cambie, se rasgue, explote y experimente nuevas sensaciones internas. Por ello, cuando descansamos, nuestro organismo, que es sabio, supercompensa su estado de tal forma que, cuando volvemos a hacer ejercicio y ya estando “prevenido” de a lo que lo vamos a exponer, no nos suponga tanto esfuerzo realizar la actividad física (o estrés, que es el término utilizado en la teoría).
Por explicarlo de una manera gráfica, imagina que nuestro cuerpo está en el punto cero antes de comenzar a hacer ejercicio. Ese ejercicio supone un desgaste que hace que nuestro cuerpo baje al punto menos dos; pero cuando descansamos, el cuerpo no vuelve al punto cero inicial, sino que, siendo previsor, sube hasta el uno para que, si volvemos a hacer ejercicio, el desgaste sea menor y no volvamos a descender hasta el nivel dos como la vez anterior. Y así es como nuestra anatomía va creciendo (ganando masa muscular). Como afirma el entrenador personal Juan Ruiz López: «Es en el descanso cuando nuestro cuerpo mejora».
Cómo descansar
Existen dos tipos diferentes de descanso. Por un lado, deberíamos esperar unas 48 horas entre rutinas de grupos musculares (si un días trabajamos hombro y espalda, al siguiente altérnalo con pierna, por ejemplo, para permitir que los músculos de esas zonas se repongan). Otra cosa es si cada vez que acudimos al gimnasio ejercitamos todos los grupos musculares. En ese caso, y como nos recordaba el doctor Calabuig de la Clínica Universidad de Navarra, lo recomendado es hacer un total de tres horas de deporte a la semana que se puedan distribuir en tres sesiones de una hora.
Por otro lado, debemos realizar descansos entre ejercicios: “Descansar un minuto entre cada set de repeticiones es la mejor forma de ganar masa muscular”, asegura Ruiz. “Si tu objetivo, por el contrario, es ganar fuerza, deberás esperar unos tres minutos para volver a ponerte con el siguiente set”. Según él mismo nos cuenta, esto tiene que ver con los distintos tipos de hormonas que el cuerpo genera en cada momento.
Aunque, curiosamente, lo que más nos ayudará en nuestro objetivo de ganar masa muscular no es permanecer horas y horas en el gimnasio, sino dormir bien: “Cuando dormimos es cuando nos recuperamos de verdad”, continúa Ruiz. “Lo más indicado es dormir entre siete y diez horas, ya que es durante esos momentos cuando el cuerpo humano genera la hormona del crecimiento”.
¿Qué pasa con los grupos musculares?
“Una forma clásica de trabajar en el gimnasio siempre ha sido la de organizarse por grupos musculares”, explica el entrenador personal. Sin embargo, “hay ejercicios que incluyen otros músculos además de los que queremos trabajar, como es el caso del hombro, que interviene en muchos otros ejercicios más allá de los orientados a esta zona, por lo que se le impide progresar”.
Pero entonces, ¿qué sucede con los profesionales? Nos cuesta creer que una persona que se dedica full time al deporte espere 48 horas para volver a ejercitarse. “Ellos realizan dos tipos de ejercicios. Un día es intenso y al siguiente lo hace de forma más relajada, como por ejemplo, técnicas de carrera”. Tú también te puedes aplicar esto, según afirma Ruiz. Si realmente quieres acudir todos los días al gimnasio, procura que el segundo día sea un actividad muy ligera o centrada en otro grupo muscular en el que no intervengan los ya trabajados. Así sí podrás presumir de cuerpo y de agenda bien organizada.