Ni con marchas ni con letanías… La población LGBTI NO SE RINDE
El 6 de noviembre se realizaron algunas marchas en Colombia convocadas por diferentes grupos religiosos anti población LGBTI. Varias personas escudadas en la libertad de expresión y en el derecho a la legitima protesta se tomaron las calles para alzar su voz en contra de lo que ellos consideran un «adoctrinamiento homosexual».
Pareciera que hoy en día a muchos padres de familia y creyentes en Colombia les diera más miedo o les generara más repudio la DIVERSIDAD que los crímenes cometidos a menores de edad. Y es que cuando en Colombia miles de niños y niñas son maltratados, cuando miles de niños y niñas no tienen acceso a la educación, cuando miles de niños y niñas mueren de hambre, no es suficiente motivo para que los grupos religiosos se rasguen las vestiduras y tomen las calles. Pero que a las personas LGBTI se les brinden garantías legales si es un motivo para encender antorchas y marchar.
¿Pero cuál era el motivo para marchar el 6 de noviembre?
Según palabras de las personas que marcharon, los motivos son varios y extremadamente graves… Motivos como:
- Esas leyes y decretos que protegen a la población LGBTI solo buscan que nuestros niños y niñas se degeneren.
- Ya en la constitución hay normas que protegen a lesa población. Las nuevas leyes o decretos son innecesarios.
- El gobierno quiere imponer la «ideología de género».
- Esa población quiere destruir la sagrada institución de la familia.
- Que nuestros niños y niñas puedan elegir que ser sin importar el sexo con que nacen es una aberración.
La verdad es inevitable sentir entre indignación y pena ajena al escuchar o leer esos «motivos» para marchar, cuando lo que afecta a la familia o a los niños y niñas son otros motivos realmente graves… Violencia en el hogar, bullying, desnutrición, ABUSOS SEXUALES (incluso dentro de sus núcleos familiares, entornos escolares e IGLESIAS).
Nosotros como población LGBTI no buscamos convertir a los niños y niñas de Colombia en personas LGBTI. De hecho consideramos que desearle eso a alguien por estos días, es desearle un mal. Y no lo decimos porque ser de la población LGBTI sea algo negativo, erróneo o impuro… Lo decimos porque hoy en día ser de la población LGBTI es un reto que pocos chicos y chicas pueden soportar. Las cifras de suicidios entre chicos y chicas LGBTI lo demuestran.
Y es que el acoso constante en las escuelas y colegios a menores LGBTI nos esta arrebatando vidas con futuros prometedores. Eso sin contar las agresiones y discriminación que sufren muchos menores LGBTI en sus propios hogares.
Justamente muchas de las leyes y decretos que protegen a la población LGBTI actualmente en Colombia, buscan de alguna manera proteger a esos chicos y chicas diversas. Esas normas no están de adorno ni son innecesarias, pues aún cuando la constitución del 91 nos brinda ciertas libertades y derechos, esa constitución no ha sido suficiente. Muestra de eso son las miles de muertes de personas LGBTI en los años que siguieron a la promulgación de la actual constitución. De hecho tuvieron que pasar muchos años para que las parejas del mismo sexo tuvieran derechos patrimoniales o pudieran contraer matrimonio en igualdad de condiciones que una pareja heterosexual.
Así que esas normas no son innecesarias… Son fundamentales para que cada persona pueda vivir en una sociedad que proteja a todos y todas por igual.
Como población LGBTI estamos y seguiremos en pie de lucha. No daremos ni un paso atrás… Por quienes han luchado incluso dando sus vidas, por quienes seguimos luchando y por esas generaciones futuras y DIVERSAS.
Texto enviado por:
Jhoan Giraldo P.
Administrador del grupo de Facebook Comunidad LGBTI Crítica y Pensante (La «Comu» según Oswaldo Ortiz).