La fiesta sexual más salvaje de Europa
Luego de unas merecidas vacaciones, les traemos una de esas historias que sabemos les humedece todo pillines… Se trata de la historia de una de las fiestas sexuales gay más salvaje de Europa.
Se llama el «Mercado de las Yeguas» y se viene celebrando hace varios años en Berlín (de hecho es tan popular que se ha extendido a otras ciudades).
Pues bien, en esta fiesta te etiquetas como «Yegua» que es quien es sodomizado o «Semental» que es quien sodomiza… Interesante ¿no? 3:)
Pues bien, las «Yeguas» deben llegar al lugar minutos antes para que los «Mozos» (que son quienes preparan a las yeguas y quienes velan porque todo funcione bien) los prepare despojándolos de la ropa y colocando en sus rostros una mascara de cuero para cubrir los ojos.
Al abrir las puertas, entran los «Sementales» para buscar a sus «Yeguas» y proceder a derrochar mucho placer.
En estas fiestas las «Yeguas» llevan un color en especifico para dejar claras ciertas normas… Si llevan blanco quiere decir que solo desean tener sexo seguro, si llevan rojo quiere decir que están dispuestos a lo que sea. De hecho los mozos están pendientes que los «Sementales» cumplan con las normas, de lo contrario serán retirados del evento. De igual forma están alerta para retirar del evento a la «Yegua» que así lo desee.
En Berlín las fiestas se celebran en el club Kit-Kat, donde pueden asistir más de 200 personas por evento.
El lugar cuenta con dos espacios como tal… Tiene un espacio amplio con camas y sofás en cuero negro donde se pueden improvisar todas las posiciones sexuales que la imaginación permita. También hay otro espacio más relajado que es el bar… Allí se pueden encontrar «Sementales» paseando a sus «Yeguas» o recibiendo una buena mamada mientras conversan con otros «Sementales». (Todo un ejercicio de socialización ejejeje).
Carlos G. (nombre cambiado por privacidad), es un latino de de más de 30 años que vive en Berlín y asiste regularmente a las fiestas.
Carlos dice «A veces me gusta ser yegua y a veces semental, no tengo un rol estricto. En Leipzig, donde no me conoce nadie, suelo ser yegua, y en Berlín prefiero ser semental porque me encuentro con algunos amigos. Supongo que esa división tiene que ver con un análisis todavía machista de la sociedad, donde es más respetable ser el que domina. Pero las sensaciones son igual de poderosas en uno y otro caso, y no me avergüenzo de ninguna de ellas. Me siento completamente vivo en esas fiestas».
Según Carlos, en cada fiesta cuando es «Semental» suele tener en promedio 10 «Yeguas». Sin embargo cuando hace de «Yegua» le es imposible contabilizar cuantos «Sementales» le montan.
Carlos cuenta que «Sé perfectamente que en los días de Leipzig tengo relaciones con hombres por los que, en una situación normal, sentiría casi repulsión. Pero justamente eso es lo que hace este juego sexual fascinante: la transgresión de todas las convenciones del deseo, la aceptación de valores primitivos».
Suena interesante una fiesta así ¿no? 3:)
Sería genial que en Medellín algún empresario o alguno de los sauna gay de la ciudad se animaran a crear fiestas de este tipo. Seguro más de un pillin aprovecharía 😉